By MedFalch®
La
fiebre es una respuesta fisiológica del cuerpo a estímulos endógenos o exógenos
caracterizada por un aumento de la temperatura corporal por encima del valor
considerado normal (37°C). Es una forma de defensa para evitar el desarrollo de
microorganismos termolábiles, por lo tanto, no debe ser bloqueada sino, que
debe ser seguida y apoyada para que ejerza su función defensiva.
Cuando
nuestro cuerpo es atacado por virus o bacterias se defiende aumentando su
temperatura, en esta situación los gérmenes crecen con mayor dificultad, y el
sistema inmune activa los mecanismos útiles para defendernos. Las citoquinas
que se desarrollan, en particular condiciones patológicas de naturaleza
inflamatoria e infecciosa, activan de manera transitoria las neuronas de los
centros reguladores hipotalámicos (punto de fijación hipotalámico). Cuando la
temperatura del cuerpo sube, hay vasodilatación y aumenta también la velocidad
de circulación de los glóbulos blancos, los principales productores de
anticuerpos contra los gérmenes de la infección.
Además
de las características individuales, se deben considerar algunas variables
objetivas: la temperatura corporal fluctúa normalmente durante el día, con el
nivel más bajo a las 4 am y el más alto a las 6 pm. Por lo tanto,
una temperatura de 37.5 ° C podría considerarse fiebre matutina, pero no por la
tarde; la digestión, la actividad física, el ciclo menstrual (en la fase post-ovulatoria
hay un aumento de aproximadamente 0,6 ° C a lo largo de la fase lútea) influyen
en determinar la temperatura corporal del individuo.
La homeopatía es una excelente posibilidad
terapéutica para tratar la fiebre desde su causa. En la infancia, el uso de
medicamentos homeopáticos permite lograr resultados particularmente
significativos, ya que los niños son capaces de responder incluso mejor que los
adultos a esta opción terapéutica.
La
homeopatía funciona frenando la infección en sí, evitando su progresión
adicional y, como resultado, la temperatura corporal disminuye cuando la
infección disminuye. Los remedios homeopáticos también tratan otros efectos de
la fiebre, como por ejemplo la fatiga o decaimiento.
Para los niños muy pequeños, los
medicamentos homeopáticos, son ideales. Se pueden disolver fácilmente en un
poco de agua o suministrar de 3 a 5 gránulos o glóbulos directamente.
En
la mayoría de los casos, se asocia con infecciones que se pueden resolver
espontáneamente, como enfermedades virales comunes. El uso de antipiréticos en
estos casos sirve para disminuir la sensación de malestar del paciente, pero no
acelera ni facilita la resolución de la infección.
Es
importante saber que la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma de
enfermedad. La fiebre no solo es un molesto inconveniente que nos obliga a
acostarnos sino también un fenómeno que asusta porque así se ha mal enseñado.
La fiebre en los niños en particular hace que las madres siempre estén
"ansiosas" y considerándolo un síntoma molesto y potencialmente
peligroso que debe ser "eliminado" lo más rápido posible.
Debemos
responsablemente informar para que esta mala visión que se tiene acerca de la
fiebre sea revertida y se entienda como lo que realmente es: la fiebre resulta ser más bien un excelente
síntoma que refleja la capacidad óptima de reacción del individuo. Ella indica
una alteración en el estado de salud, no es una enfermedad, es una
manifestación de alarma o de defensa del organismo por lo que no se debe
intervenir directamente sobre ella, se debe buscar la causa que la ocasiona
para así tratarla. El uso sistémico de medicinas que dejan bajar la fiebre es
un error de fondo, no es la cura a la causa.
Remedios Homeopáticos para la fiebre
Existen varios remedios específicos
para los síntomas que cursan con fiebre, sin embargo los tres aliados
principales son: Aconitum, Apis y Belladona.
Aconitum:
Fiebre de comienzo brusco con mucha
angustia y miedo en el paciente. Cara roja, mucha sed.
Apis:
Fiebre con ausencia de sed,
inflamación y congestión de ojos.
Belladona:
Fiebre con delirio, sueño profundo,
decaimiento y calor externo, pero desea estar arropado.
Ampliación del tema en nuestra Enciclopedia Homeopática para Pediatría.